Por Valeria Largaespada
Cuando pienso en las personas políglotas, me viene a la cabeza la película Intensamente y me pregunto qué sucede en su cerebro para que el 'switch' de los idiomas cambie. Por eso, en este artículo nos dimos a la tarea de investigar: ¿qué ocurre en nuestro cerebro cuando hablamos uno o más idiomas?
El cerebro humano es una máquina fascinante, capaz de adaptarse y reorganizarse constantemente. En el caso de las personas políglotas, este órgano muestra una plasticidad notable, permitiéndoles alternar entre idiomas con fluidez y aprovechar ventajas cognitivas únicas. Pero ¿qué ocurre realmente en el cerebro cuando alguien domina múltiples lenguas?

Los estudios neurocientíficos han demostrado que los políglotas tienen una mayor densidad de materia gris en regiones específicas del cerebro, como la corteza prefrontal y el giro supramarginal, áreas vinculadas con la memoria de trabajo y el control ejecutivo. Además, el cuerpo calloso, la estructura que conecta los dos hemisferios cerebrales, tiende a ser más denso, lo que facilita la comunicación interhemisférica y mejora la eficiencia cognitiva.
El cerebro de un políglota debe constantemente inhibir una lengua mientras usa otra, lo que fortalece la función del control ejecutivo. Este proceso es regulado por el lóbulo frontal y los ganglios basales, estructuras clave en la toma de decisiones y la inhibición de respuestas automáticas. Como resultado, los políglotas suelen tener mejor capacidad de concentración y mayor resistencia a distracciones.
Sin embargo, cuando este sistema de control de inhibición falla, puede producir una equivocación a la hora de hablar dos o más idioma. Por ejemplo, una inhibición insuficiente de una lengua puede hacer que esta «aparezca» y se entrometa cuando se debería estar hablando en otra distinta. Cuando estaba en la universidad, me tocaba exponer en la materia de inglés, lo cual a veces me ponía nerviosa. Sin embargo, en una de esas exposiciones, mi cerebro me falló y comencé a decir algunas palabras en francés. Mi maestra de francés se alegró de que mi cerebro pensara en ese idioma, mientras yo me moría de pena.

Estudios han mostrado que las personas que hablan más de un idioma tienen una mayor reserva cognitiva, lo que puede retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. También presentan una mejor memoria de trabajo, habilidades multitarea mejoradas y mayor flexibilidad cognitiva, lo que les permite adaptarse más rápidamente a nuevas situaciones.
En un principio, se creía que los diferentes idiomas se almacenaban en áreas separadas del cerebro. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que las lenguas comparten redes neuronales superpuestas, aunque ciertos aspectos fonéticos o gramaticales pueden tener representaciones específicas. La activación de estas redes varía según el grado de fluidez y la edad en la que se aprendió cada idioma.
Ser políglota no solo es una ventaja en términos de comunicación, sino que también representa un entrenamiento constante para el cerebro. A medida que la ciencia avanza, seguimos descubriendo más sobre la increíble capacidad del cerebro para adaptarse al multilingüismo y los innumerables beneficios que esto conlleva.
En el equipo de Connectin, somos profesionales de la traducción en inglés, francés, alemán y español y, si te apasionan los idiomas como nosotros, esperamos que compartas este artículo.
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Referencias:
Chang, N. (2022). Cómo afronta nuestro cerebro el hecho de hablar más de un idioma. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-62251858
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