¿Necesitas aprender un nuevo idioma y no puedes?Cuidado con la procrastinación: el enemigo silencioso
- Perito Traductor

 - hace 4 días
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¿Alguna vez has programado una tarea para a las 10:00 am y poco a poco la vas posponiendo, termina el día y nunca hiciste esa tarea? Esto puede ser debido a nuestro peor enemigo, la procrastinación, la cual es entendida como el aplazamiento voluntario de tareas importantes, ha sido objeto de estudio en diversas disciplinas debido a su prevalencia y sus implicaciones. Aunque comúnmente se asocia con la pereza, la procrastinación es un comportamiento complejo influenciado por múltiples factores. Comprender sus causas y consecuencias es esencial para desarrollar estrategias efectivas que permitan a los individuos mejorar su productividad y bienestar.

La procrastinación a menudo se relaciona con la falta de autorregulación emocional. Según Steel (2007), los individuos que procrastinan suelen evitar tareas que les generan ansiedad o incomodidad, optando por actividades que proporcionan gratificación inmediata. Este patrón de evitación puede estar vinculado a una baja tolerancia al malestar y a una preferencia por el placer instantáneo. Las investigaciones en psicología conductual señalan que, al aplazar una actividad, el cerebro busca un alivio momentáneo del malestar o la ansiedad que esa tarea provoca. En otras palabras, procrastinar es una forma de escapar del estrés, aunque a largo plazo genera más culpa y frustración.
El perfeccionismo es otro factor que contribuye a la procrastinación. La psicóloga Alba Cardalda señala que la creencia de que "si no lo hago perfecto, no lo hago" puede llevar a la parálisis por análisis, donde el miedo al fracaso impide iniciar o completar tareas (Cardalda, 2025). Este tipo de procrastinación por hiperexigencia es común en individuos con altos estándares personales.
Un estudio realizado en la Universidad de Barcelona identificó que la falta de estructura y habilidades de autorregulación son causas significativas de la procrastinación en estudiantes universitarios. La ausencia de rutinas establecidas y la dificultad para gestionar el tiempo contribuyen a la postergación de tareas académicas (Faure-Carvallo et al., 2025).

La procrastinación crónica está asociada con diversos problemas de salud mental. Investigaciones han demostrado que los individuos que procrastinan regularmente experimentan niveles más altos de estrés, ansiedad y depresión. La constante preocupación por las tareas pendientes y la sensación de culpa por no cumplir con los plazos establecidos afectan negativamente el bienestar emocional (Vieta et al., 2023).
En el ámbito académico, puede llevar a un bajo rendimiento. Un estudio realizado en Ecuador evidenció que los estudiantes que procrastinan tienen dificultades para completar sus tareas a tiempo, lo que resulta en calificaciones más bajas y una comprensión superficial de los contenidos (Simbaña-Farinango et al., 2023).
Además de los efectos psicológicos, también puede tener repercusiones físicas. La postergación de tareas puede generar estrés crónico, que se manifiesta en síntomas físicos como dolores musculares, fatiga y trastornos del sueño. Estos problemas físicos, a su vez, pueden agravar los problemas de salud mental, creando un ciclo negativo (FayerWayer, 2023).
La procrastinación es un comportamiento multifacético influenciado por factores psicológicos, emocionales y contextuales. Sus consecuencias abarcan desde problemas de salud mental hasta un rendimiento académico deficiente y repercusiones físicas. Comprender las causas subyacentes de la procrastinación es crucial para desarrollar intervenciones efectivas que ayuden a los individuos a superar este hábito y mejorar su bienestar general.
La clave está en transformar la relación con nuestras responsabilidades: dejar de verlas como amenazas y comenzar a percibirlas como oportunidades de crecimiento. La procrastinación, en última instancia, nos recuerda que el tiempo es un recurso limitado y que posponer constantemente nuestras metas es una forma silenciosa de renunciar a ellas.
Por otro lado, la procrastinación en el estudio de idiomas no se debe únicamente a la falta de tiempo o pereza, sino a factores emocionales más profundos. El miedo al error, la inseguridad al hablar frente a otros o la sensación de no avanzar lo suficiente pueden generar una ansiedad que lleva al estudiante a evitar la práctica. Así, se entra en un círculo vicioso: cuanto más se posterga el estudio, más difícil resulta retomarlo, y mayor es la frustración que provoca.
El entorno digital, aunque ofrece infinitos recursos para aprender, también ha incrementado las distracciones. Es común abrir una aplicación de idiomas con la intención de practicar unos minutos y terminar revisando redes sociales o viendo videos. Este tipo de procrastinación “invisible” crea la ilusión de estar ocupado sin realmente avanzar. Además, el aprendizaje de una lengua requiere repetición y contacto constante; por eso, los lapsos prolongados sin práctica afectan la retención y la fluidez.

Superar la procrastinación en este ámbito implica cambiar la relación con el aprendizaje. En lugar de enfocarse únicamente en los resultados —como alcanzar un nivel avanzado o aprobar un examen—, conviene valorar el proceso y celebrar los pequeños logros. Establecer metas realistas, crear rutinas breves pero diarias, y vincular el estudio con intereses personales (como escuchar música o ver películas en el idioma meta) pueden transformar la experiencia en algo más natural y menos forzado.
La procastinación el enemigo silencioso para aprender un idioma nuevo. En este artículo esperamos haberte explicado un poco más al respecto, ya que como profesionales en traducción de los idiomas inglés, francés y alemán, en CONNECTIN, siempre esperamos poder ayudarte.
Referencias
Cardalda, A. (2025). La hiperexigencia lleva muchas veces a procrastinar porque la creencia es que 'si no lo hago perfecto, no lo hago'. El HuffPost. Recuperado de https://www.huffingtonpost.es/sociedad/alba-cardalda-psicologa-la-hiperexigencia-lleva-muchas-veces-procrastinar-creencia-si-perfecto.html
Faure-Carvallo, A., Nieto-Fernández, S., Calderón, C., & Gustems, J. (2025). Un estudio analiza las causas de la procrastinación universitaria y propone estrategias para reducir su impacto académico y emocional. Universidad de Barcelona. Recuperado de https://web.ub.edu/es/web/actualitat/w/procrastinacio-universitaria
FayerWayer. (2023). Estudio determina los riesgos que provoca la procrastinación en la salud mental y física. Recuperado de https://www.fayerwayer.com/ciencia/2023/01/10/estudio-determina-los-riesgos-que-provoca-la-procrastinacion-en-la-salud-mental-y-fisica/
Simbaña-Farinango, L., Figueroa-Cepeda, H., & Caizatoa-Flores, M. (2023). Incidencia de la procrastinación en el rendimiento académico de la asignatura de Química. Cátedra, 7(1), 1-15. https://doi.org/10.29166/catedra.v7i1.5437
Steel, P. (2007). The nature of procrastination: A meta-analytic and theoretical review of quintessential self-regulatory failure. Psychological Bulletin, 133(1), 65-94. https://doi.org/10.1037/0033-2909.133.1.65
Vieta, E., et al. (2023). Estudio asocia la procrastinación con problemas de salud en universitarios. La Nación. Recuperado de https://www.lanacion.com.ar/agencias/un-estudio-asocia-la-procrastinacion-con-problemas-de-salud-en-universitarios-nid05012023/




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